EL TEMPLO DE ARTEMISA
El Templo de Artemisa fue un templo ubicado en la ciudad de Éfeso, a unos 50 km al sur de la moderna ciudad portuaria de Esmirna, en Turquia, en el valle a los pies de Ayasoluk.
Su construccion fue comenzada por el rey Creso de Lidia, dedicado a la diosa Artemisa, denominada Diana por los romanos.
Fue construido hacia 550 a.C. y destruido por un incendio intencionado en 356 a.C., Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 a.C. Este nuevo templo, que debe ser considerado como el incluido dentro de la lista de las maravillas, fue destruido a su vez por los godos durante un saqueo en el año 262.
A Artemisa se le rendía en Éfeso un culto en cierto modo prehelenístico, representando mas la fertilidad que la virginidad que significaba para los griegos. A la diosa se la representa con una corona amurallada, simbolo de Cibeles y, al igual que ella, la Artemisa de Éfeso era servida por esclavas llamadas megabyzae.
La costumbre griega del sincretismo asimiló todas las deidades extranjeras bajo alguna forma de las divinidades del Olimpo y esta claro que en Éfeso, la identificación con Artemisa que hicieron los colonos jonios no era muy apropiada.
Salvaje, independiente y de una fuerza y belleza superiores. Así aparecía Artemisa, la diosa de la fertilidad, la caza y la guerra, en la mitología griega. Hija de Zeus y hermana gemela de Apolo, es una de las doce grandes divinidades olímpicas. Era una diosa indomable, que no solo daba la vida, sino que también la quitaba. En su honor y para apaciguarla, el rey Creso mando a erigir el templo. En el interior del santuario se hallaba la estatua de Artemisa, una obra de dos metros de altura en madera de vid revestida con plata y oro.
Arte y Arquitectura
La mayoría de las descripciones físicas del templo provienen de Plinio el Viejo, aunque hay discrepancias en torno al tamaño. Plinio describe el templo como de 377 pies de largo (115 m) por 180 pies de ancho (55 m), realizado principalmente en mármol, es el más grande de todo el mundo griego. Constaba de 127 columnas, cada una de 60 pies de alto (18 m), igual a 12 veces el diámetro de la base.
Tenía tres filas de columnas en la fachada occidental (con un total de 36), divididas en tres hileras de ocho columnas, dos columnas a los lados de las antas y una doble fila que dividía el gran pronaos en tres naves.
La cella era alargada y estrecha, como en los templos arcaicos, y al fondo había un baldaquino, en el que se hallaba la estatua de culto, sobre los restos del altar del siglo VII a. C.
En la fachada posterior las columnas eran 9, y 21 a los lados.
Tras el incendio provocado del 356 a. C., la obra de reconstrucción debió durar mucho tiempo.
La planta y las proporciones del nuevo edificio se mantuvieron grosso modo iguales a las del anterior, salvo por el añadido de un crepidoma (la plataforma sobre la que se eleva el templo) escalonado (12 gradas) de 2,68 m de altura. Tenía columnas esculpidas en la parte inferior (sólo las 16 de las dos primeras filas de la fachada occidental), mientras que una veintena de dados esculpidos sostenían las columnas in antis. Las columnas, según Plinio, medían 60 pies de altura (17,65 m), aproximadamente 10 veces el diámetro de la base. Se ha pensado que el arquitecto del nuevo templo fue Dinócrates, que estuvo influido por Piteo, el autor del templo de Atenea de Priene.
Con las excavaciones austriacas de 1965 se sacó a la luz el altar, de mármol y de 22 x 32 m.
El templo albergaba varias obras de arte: esculturas de los renombrados Policleto, Fidias, Cresilas y Fradmon, pinturas, y columnas forradas de oro y plata. Varias de esas esculturas se referían a amazonas que, según la leyenda, se habían encontrado en esa región.
Plinio comenta que trabajó esculpiendo relieves y decorando las columnas Escopas de Paros, que también había intervenido en el Mausoleo de Halicarnaso.
Culto e Influencia
El templo de Artemisa se encontraba en una próspera región, que cruzaban viajeros y mercaderes de toda Asia Menor. Fue influenciado por varias creencias, y era un símbolo de fe para mucha gente. Los efesios adoraban a Cibeles, e incorporaron gran parte de sus creencias al culto de Artemisa. El dúo Artemisa-Cibeles distaba mucho de su equivalente romano Diana.
El culto de Artemisa atrajo miles de adoradores de todas partes del mundo conocido. Muchos destacados personajes históricos realizaron ofrendas, entre ellos Jenofonte, que estaba en Éfeso cuando se unió a Agesilao II en su marcha de Asia a Beocia y allí dio en depositó un dinero al guardián del templo para que se lo devolviera si regresaba y si no regresaba lo diera como ofrenda a Artemisa, 3 o Alejandro Magno, que cuando llegó a Éfeso realizó sacrificios y decretó que los impuestos que antes se pagaban a los persas fueran depositados a partir de entonces en el templo de Artemisa.
Reconstrucción
La Selçuk Artemis Culture, Arts and Education Foundation tiene prevista la construcción del Artemision por tercera vez en la historia. El nuevo templo, que mantendrá el mismo tamaño de su antecesor, se construirá en una zona llamada Kurutepe, a 1500 metros de la ubicación original del templo y cuenta con un presupuesto de 150 millones de dólares.
Hoy en día solo quedan ruinas del templo original.
No hay comentarios:
Publicar un comentario